Un trabajo de mucha
dedicación y entrega. Así podría calificarse el día a día de los trabajadores
de la biblioteca pública 26 de julio y de cada recinto homólogo a esta institución
cultural.
Un colectivo de más de 10
trabajadores llegan bien temprano a este recinto del saber para aguardar por
todo tipo de público. Y allí entre tres salas se reparten bibliotecarias y
bibliotecarios, todos con el objetivo de enseñar el texto adecuado, motivar a
los estudiosos y promover su fondo literario.
Aunque con el tiempo
esta tarea de orientación bibliográfica y de fomento de la lectura, ha ido
fortaleciéndose entre las féminas, siempre existen quienes rompen los cánones y
se hacen grandes ante una tarea compleja.
Así, entre
preferencias de público, actividades de extensión y preparación de bibliografía
, trascurren 8 horas de trabajo. En medio de ese quehacer compartido se erige la labor de la directora,
en este caso otra bibliotecaria más que comparte experiencias y consejos con
sus compañeras.
El 7 de junio, día
del bibliotecario, resulta un día especial para estos hombres y mujeres que en
cada nivel de escolaridad o profesional, acompañan el proceso de enseñanza de
estudiantes, profesores y trabajadores de distintos ramos.
Qué libro resulta el
más factible para evacuar la dudas, de qué manera hacer una búsqueda más rápida
de la bibliografía, cómo ganar en cultura; estas y otras interrogantes son
esclarecidas gracias el bibliotecario, un
personaje que siempre esta allí entre los libros y el conocimiento, dispuesto a
ayudar.
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