La madre naturaleza continúa bautizando al territorio con
valores aislados y únicos que al parecer solo podrían cobrar vida en nuestro
Manatí. Lo más reciente, en este sentido, fue una producción inesperada en un
patio aledano a la calle Orlando Canals.
Pues sí, en el
atrio de Julia Amalia Griffit, más conocida por La tuto, en medio de un patio semi
seco y sin preparar, donde una vez su difunto esposo plantó unas SEIES matas de
aguacate, justo allí, una de ellas todavía hoy del mismo tamaño, dio un fruto de aproximadamente una cuarta y tres
dedos.
Aunque cualquiera pudiera pensar que el aguacate
tiene un dimensión ordinaria, lo interesante es que las matas a penas tienen
poco más de TRES cuartas de tamaño, por lo cual, la
Tuto tuvo que colocarle una orqueta para evitar que la fruta llegara al suelo.
Imagínense si
las restantes matas dieran este tipo de fruto, creo que la manatiense tendría
que vigilar más seguido el patio porque en este caso solo habría que agacharse
para agarrarlos. De todos modos el
aguacate dicen que ya se lo comieron, menos mal que pude tomar una instantánea
para demostrar la evidencia natural.


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