¡No se necesita esperar a días
simbólicos para meditar sobre los problemas de nuestro pueblo! Luego de casi dos meses de concluido el Festival de música
Popular Barbarito Diez, esa semana- homenaje al príncipe del danzón, vienen
bien estas palabras de reflexión, debido a que precisamente el tema que les
traigo está relacionado desde el patrimonio con esta figura representativa para
nuestra cultura local y nacional.
Sin dilaciones, una preocupación cada vez mayor es qué
sucederá si se sigue inclinando el actual monumento erigido a la figura del
reconocido cantante.
Hace más de 10 años que el conjunto escultórico que hoy honra
con su presencia la esquina norte del parque José Martí, continúa desplazándose
hacia adelante y si bien en este efecto han incidido las indisciplinas de mucha
gente inescrupulosa que han utilizado la base de la obra como banco, a esto hay
que sumar la falta de mantenimiento a esta obra monumental que fue creada por
el laureado artista tunero Rafael Ferrero.
Muchos manatienses, los más comprometidos con la cultura y el
patrimonio, piensan que no se debe esperar a consecuencias, y que es necesario
actuar para resolver esta preocupación que pudiera terminar en un accidente.
El entrañable monumento hecho a la memoria de Barbarito Diez,
ese templo levantado por el misticismo de sus adoradores, de no reparase,
podría seguir cayendo como el puente de Londres, con una sentida colisión en el
centro cultural de Manatí.
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