Muchos se preguntan cómo una calle tan transitada y con
tantos puntos de importancia económica radicados a ambos lados de la misma, puede estar en
pésimas condiciones.
Pero así es el panorama de la calle Frank país, y
específicamente en calidad de arteria que corta el espacio donde radicó el antiguo
central y donde hoy se da acceso mediante la vía a entidades como el centro de
desarrollo local, varios puntos de gastronomía establecidos por
cuentapropistas, la fábrica de
Fideos, los talleres de tornería, la dirección de la cooperativa Mártires de
Manatí, el INAS, UEB Atención a Productores cañeros, la fábrica de helados Itanam,
la Unidad Empresarial de Base, Silos y Molinos y la dirección integral de supervisión.
Eso sin contar que como calle que comunica de forma más
directa ambos espacios del municipio, por ella pasan todo tipo de transportes,
ciclistas y peatones.
La etapa lluviosa sin dudas es la fase más complicada para
los transeúntes, porque en este contexto es cuando se forma un lodazal desde
inicio hasta el final de este tramo, sobre todo en los lugares donde existen
baches de hasta 27 centímetros: un verdadero riesgo para la comunidad.
Zigzaguear en estos predios es algo tradicional cuando se
desea evitar estos huecos en la avenida, y he sido testigo de ciclista que
pasan entonces por las aceras colindantes lo que finalmente desencadena en indisciplina
y multa, pero el mal estado de la calle que al final es la causa detonante de todos
estos efectos, simplemente se mantiene igual, o peor.
Que es necesario realizar una inversión en esta calle?, sí,
esa sería la respuesta más acertada ante la necesidad comunitaria, porque los
remiendos hasta la fecha han probado ser un gasto de recursos.
Veremos entonces si el 2019, pudiera ser el momento de
solución de esta calle o al menos el instante para replanificar su gestión, sea
cuando fuere, al menos se estaría mejorando grandemente en el orden estético,
estratégico, económico y social un problema de varios años.
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