Ritmos folklóricos, bailes
tradicionales, literatura, platos típicos del Caribe, diálogos entre
generaciones en diversos idiomas: la cultura caribeña cobra vida en la calle
Orlando Canals con cada encuentro del
proyecto sociocultural comunitario Del Caribe soy y a Manatí vengo. Una
forma de gestión cultural que liderada por Julia Amalia Griffith Bennett, la
Tuto, tiene sus inicios en el Consejo Popular 1
y termina por ser referencia en Manatí.
“Este es un proyecto que
nace en la calle del antiguo Barrio Jamaica. Lo creé para recodar la memora de
mi madre. Ella era jamaiquina como tantos descendientes de este hermoso país y
de Barbados, Bermudas Haití, Santa Lucía, Saints Kitts y Nevis. Fue portadora
de tradiciones que se mezclaron con las cubanas en este pedacito tunero. De
esas herencias me nutrí yo y muchos
otros descendientes. Por eso nuestro proyecto busca revitalizar las costumbres
de la comunidad derivada de quienes una vez vinieron del Caribe alglófono y
francófono y se asentaron en Manatí. ¿Cómo lo hacemos? Enseñamos a niñas y niños de la compañía artística El
Hormiguero y al grupo músico-danzario Impacto cada elemento cultural del
patrimonio que se nos legó, aprendemos de los testimonios de los descendientes
más ancianos y compartimos siempre en familia. Eso es el proyecto Del Caribe soy
y a Manatí vengo, una gran familia.” Explica Griffith.
Con el apoyo de la Fundación
Nicolás Guillén, el sector de Cultura y el Gobierno municipal surge este
proyecto cuyos integrantes anualmente, desde
la Iglesia Episcopal de San Andrés hasta el frente de la casa de su
gestora máxima, realizan una caminata
simbólica en celebración del Día de la Independencia de Jamaica. Así
se recuerda aquella peregrinación fundacional donde participaron unos 50 descendientes, el 1ro de agosto del 2011. Y
no solo es Jamaica la homenajeda, es cada país del Caribe representado en los
hombres y mujeres que arribaron a
Manatí entre los años 1912 y 1935. Esos que nos trajeron su
cultura y aquí echaron raíces.


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