![]() |
| Foto de publicidad tomada de internet |
Y
resulta que este personaje que vivió en el histórico Barrio Jamaica, era
precisamente de ese país caribeño y llegó a nuestro territorio con el sueño de
muchos de los extranjeros de la época, hacer fortuna en Cuba.
Quines lo conocieron refieren que no recuerdan el nombre de este hombre, quizá
porque ya todos lo llamaban así, Black Man,
que significa hombre negro, en la lengua inglesa.
Muchos jóvenes manatienses y otros de mayor edad, sobre todo bebedores,
frecuentaban aquel lugar donde se podía encontrar todo tipo de
bebidas: cerveza Tropical, Tropical 50, Hatuey, ron Pinilla, Bacardy y
muchos otros tragos famosos por la época.
Aquel era un local de pocas sillas y mesas, con iluminación en frente y dentro, donde se encontraba el saloncito. Lo interesante es que según cuentan cuando alguien le pedía algo frecuente y era
un cliente asiduo del bar, solo tenía que decir, ponme lo mío Black Man y el jamaicano
apelaba a la memoria para servir a sus clientes.
La
frase entonces fue haciéndose popular entre los consumidores y aún
cuando el dueño del bar murió en los años SESENTA, a su viuda, conocida como La
Gallega y la cual quedó al frente del establecimiento, se le pedía de igual
manera el servicio.
De
todos modos antes del 59, y también años después, hubo más de un
bebedor que al tratar de conquistar a una muchacha le dijo al cantinero:
ponme lo mío Black Man y luego, tratando de impresinonar acentuó, Black Man, lo
mío no es eso, lo mío es coñac.


0 Comentarios