![]() |
| Foto tomada de internet |
Aunque
casi extinta entre las tradiciones que nos identifican, el proceso de
enamorar cantando a la ventana de una chica, las famosas serenatas, tuvieron su
período dorado en nuestro pueblo poco antes de los años CUARENTA y también un tiempo
después.
Las serenatas, aquel mecanismo osado para conquistar
que en más de una ocasión tuvo éxito y que marcó una pauta en la manera de
enamorar en varios espacios de nuestra isla, fueron muy famosas en nuestro
territorio.
Hoy, cuando tuve la oportunidad de conversar con
algunos seductores de aquel momento, setenta y tantos años después, algunos confesaron que en plan conquista caminaron desde Manatí hasta la Victoria o la
Aita para cantarle a una muchacha que ni siquiera conocían y con la que solo
habían cruzado una mirada.
Otros aseguran que luego de terminar la serenata
tuvieron la desdicha de conocer al padre y no a la homenajeada. De todos modos,
aquellas cantatas que tenían como objetivo principal enamorar a una muchacha
desconocida o parcialmente conocida, también se podían usar para hacer un
presente a la novia, a la prometida, o a un familiar querido.
Las serenatas en nuestro municipio las desarrollaban
duos, tríos y hasta cuartetos que eran alquilados o que voluntariamente
acompañaban al joven pretendiente hasta la ventana de la casa donde vivía la
chica. Mi abuelo me contó que uno de los jóvenes cantantes muy conocidos en
Manatí era Raulito Laurence Lorenzo que tenía un timbre singular y que ayudó
con su voz a muchos jóvenes y adultos de aquellos años.
Con solo unas claves, maracas, y una guitarra o un
tres, los músicos y el pretendiente comenzaban la faena artística, si la muchacha
abría la ventana, la respuesta esa sí, si no le interesaba el joven, entonces
el rechazo era contestado con absoluto silencio. Aseguran además que un cubo de agua lanzado por alguno de los posibles suegros, podía acabar con el concierto improvizado en solo segundos.
Algunos investigadores atestiguan que las serenatas las tratamos de
copiar de los mexicanos, pero no lo creo, porque nunca hubo temas más
nacionales para demostrar el afecto, que las canciones de Barbarito Diez, o las
inolvidables interpretaciones del Trío Matamoros.


0 Comentarios