Porque
siempre podemos ser útiles. Así me comentó desde su morada un
manatiense querido por muchos en este pueblo. Antes, compartiríamos un grata
conversación donde me recordó a toda mi familia paterna y sus andanzas con mi padre.
También dejaría unos minutos para abordar como fueron sus inicios en el otrora Central
con solo 17 años cuando apenas se iniciaba como pailero-soldador.
Lo cierto es que Jorge Luis
Borrero, Chichi Borrero para los coterráneos siempre ha sido un hombre de
trabajo y bondad, de esos que no se deja vencer por la edad, y que vive para
otros, para ser útil.
Quiso el azar que lo
conociera allá por las Cenizas, este domingo, quizá un día de descanso para
muchos, pero para él otro día de faena. Lo agarré acostado revisando la parte
de abajo de un lada estatal, vestido de trabajo. Entonces me presenté y como si
me conociera de toda la vida, me regaló 30 minutos de su tiempo.
Sentado sobre un banco de
hierro, me confesó que aún con 17 años jubilado, no conoce la palabra retiro.
En su casa-taller sigue activo, hoy siendo útil al Gobierno Municipal desde la
chapistería.
Al caer en ese tema me
explicó que la chapistería la aprendió poco a poco, como una signatura que los
mismos años le ayudaron a pulir.
Luego cambiando de tema, levantó
el brazo derecho y apuntó con el dedo índice hacia la parte posterior de la finca
que rodea su casa, una extensión que heredó de su abuelo; entonces comenzó a hablarme
de la improductividad de estas tierras que por más que le ha dedicado tiempo resembrándolas
no le han retribuido como él quisiera. Hablamos de muchas cosas en solo 30
minutos: de la familia, de la vida, y entre estos temas volvía una y otra vez, con
su discurso sencillo y amigable, sobre la necesidad de ser útiles.
Y es que esta cualidad junto
con la sencillez de Chichi Borrero, lo distinguen en Manatí. Y lo digo con toda
seguridad, porque luego de despedirme y macharme a la casa cada vez que
preguntaba a algún conocido por él, me destacaban que es una persona noble,
servicial, un amigo que cuando se necesita no falla.


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