El barril-bar de los Webb

Rosa Lía Webb Brown guarda con celo hace más de 20 años una de las piezas que considera de patrimonio familiar. Y que quizá aunque funge como soporte de su teléfono en la sala de su casa, le hace recordar plácidos momentos de reunión familiar.  

Rosita para los vecinos y conocidos en las cercanías del callejón de la Mula y en Manatí, adquirió esta invención gracias a su hermano Raúl Webb. Se trata de un pequeño bar construido a partir de uno de los antiguos barriles en los que antaño se transportaba la manteca para hacer pan o que se vendía en las tiendas y que se guardaba en estos recipientes dentro de un nylon.

La obra de carpintería, todo un producto de la innovación, fue construida con uno de aquellos barriles que el manatiense pidió en los almacenes del otrora central Argelia Libre para crearle una pequeña puerta, y un curioso diseño que le permitía guardar dentro: 6 vasos, 6 copas, dos botellas y otro recipiente de mayores proporciones.

Rosita cuenta que su hermano luego de pedir el barril se lo llevó para Granma, donde trabajaba y como allí tenía más tiempo libre adaptó el tonel para crear un curioso modelo de bar, ese que hoy adorna en nuestro terruño, la casa de los Webb. Un tonel-bar que como refiere la ochentañera es el recuerdo de los días de celebración en el patio de la morada donde amigos, vecinos y familiares se reunieron para compartir.

Cuando se sienta en uno de los sillones y mira hacia la izquierda observa el barril, que solo tiene de antigüedad poco más que la edad de su sobrina nieta Lilisbeth, sin embargo le recuerda a su hermano y le hace volver a la añoranza de otros tiempos.  

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