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| (Foto tomada de internet) |
Sin dudas la adolescente María Karla Santos Vázquez se sintió feliz. No solo celebraba el día de su cumpleaños, sino que lo hacía cumpliendo los deseos de tener junto a ella, ese día espe cial, a su mamá y sus hermanitos.
Sus ojos no dejaban de brillar. Llorosos, entre alegría y emoción. Lejos de su Manatí natal, fue acogida en el Hogar de Niños sin Amparo Familiar en el municipio Colombia, al serle privada la patria potestad a su progenitora, por causas muy delicadas.
Desde entonces María Karla tiene muchas madres en Colombia y en Manatí, como atestigua la licenciada Dallana Herrera Castellano, Especialista de Prevención de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, quien viajó hasta esta casa tunera con el apoyo del gobierno local para llevarle un rato de risa, amor, rostros familiares y regalos aportados por los diferentes organismos del municipio de manera desinteresada.
La niña, quien se integra muy bien al nuevo hogar, compartió, con una decena de pequeños amigos y con los manatienses que le celebraron sus 14 septiembres. Ese mismo día se publicaban muchas fotos y videos que grababan sobre todo, lo más visible de la cara cubierta por el nasobuco, sus ojos expresivos. Sobre todo, porque María Karla aún a tantos kilómetros y desde su inmadurez, reconoce el esfuerzo de quienes representan instituciones como el ministerio de trabajo, personas cargadas de humanismo que aunque cumplen con su labor, no pueden evitar esos lazos profundos que mueven las esencias de esta profesión.
Por eso siempre encontró el momento adecuado para decirles que se siente agradecida con quienes le han dado cuidado y amor.
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